Con derecho a réplica
Terremoto en Chile, sábado 27 de febrero del 2010. Hora local 03:35 hrs.
miércoles, 17 de marzo de 2010
Con derecho a réplica
Brutal despertar.
Esa madrugada del 27 de febrero del 2010 cambió mi vida. Un ruido ensordecedor y movimientos brutales hicieron que casi todo Chile dejara atrás sueños y descanso para enfrentarse a una horrible realidad, que quién no ha vivido la experiencia de un terremoto ni siquiera puede imaginar.
Las violentas sacudidas me sacaron de la cama y era imposible mantenerme en pie. La casa se movía a los caprichos de una naturaleza que demostraba ser ama y señora de la vida y nada, absolutamente nada, podía detener su ferocidad. Un solo pensamiento era posible reconocer: ESCAPAR. Y sin duda eso es lo que todos tratamos de hacer aquel día.
Recuerdo que grité y grité a mi familia mientras trataba de mantener el equilibrio y encontrar mis zapatos pues sabía que en el suelo había vidrios y objetos cortantes. Era necesario huir. Aquella sacudida seguía y seguía y sin duda todos sabíamos que era un gran terremoto. La ventana de mi habitación se rompió y cayó al exterior. Son muchos los pensamientos que se agolparon mientras ayudaba a mi familia a bajar la escalera y en la oscuridad tratar de hacerse paso entre las cosas que estaban esparcidas en el suelo. Encontré una vela y una caja de fósforos y la encendí pero en unos segundos se apagó. El celular – pensé – tiene luz y entre caídas logré encenderlo para evitar no sé que pues aquello era un caos.
Los 8.8º de magnitud del sismo dejaba a Chile indefenso y aterrado en una noche que jamás olvidaremos.